A pesar de un buen cepillado, hay ciertas áreas en nuestros dientes que son verdaderos “escondites” para las bacterias y los restos de comida. Nos referimos a las fosas y fisuras, esos pequeños surcos y hendiduras que se encuentran en las superficies de masticación de los molares (muelas). Son tan estrechas y profundas que las cerdas de un cepillo a menudo no pueden limpiarlas a fondo, convirtiéndolas en puntos vulnerables para el desarrollo de caries.
Aquí es donde los selladores dentales entran en acción, actuando como un escudo protector invisible.
¿Qué Son los Selladores Dentales y Cómo Funcionan?
Un sellador dental es una capa delgada de resina plástica que se aplica sobre las superficies de masticación de los muelas. Es un material seguro y biocompatible que fluye dentro de las fosas y fisuras, rellenándolas y nivelándolas. Una vez endurecido (normalmente con una luz especial), crea una barrera física que:
- Impide la Entrada de Alimentos: Evita que las partículas de comida se queden atrapadas en los surcos.
- Bloquea las Bacterias: No permite que las bacterias productoras de ácido se establezcan y proliferen en esas áreas vulnerables.
- Facilita la Limpieza: Al sellar las irregularidades, la superficie del diente se vuelve más lisa, haciendo que el cepillado sea mucho más efectivo.
Es importante destacar que el sellador dental no cura una caries existente, sino que la previene.
¿Quiénes Son Candidatos para los Selladores Dentales?
Los selladores son una excelente opción preventiva para:
- Niños y Adolescentes: Son los candidatos ideales, ya que sus molares permanentes suelen erupcionar entre los 6 y los 12 años, y sus fisuras son más profundas y difíciles de limpiar, además de que su técnica de cepillado aún está en desarrollo. Aplicar selladores tan pronto como erupcionan los molares es una de las estrategias más efectivas contra la caries infantil.
- Adultos: Aunque son menos comunes, los adultos también pueden beneficiarse de los selladores si tienen molares con fisuras profundas o antecedentes de caries en esas superficies.
Un Procedimiento Rápido, Sencillo y Sin Dolor
La aplicación de un sellador dental es un procedimiento ambulatorio que no requiere anestesia y es completamente indoloro:
- El diente se limpia a fondo.
- Se aplica una solución suave para preparar la superficie.
- Se coloca la resina líquida del sellador en las fosas y fisuras.
- Se endurece el material con una luz especial.
¡Y listo! El proceso dura solo unos minutos por diente. Los selladores son duraderos y pueden permanecer en su lugar durante varios años, brindando protección continua.
No dejes que las caries se escondan en tus molares o los de tus hijos. Los selladores dentales son una inversión inteligente en prevención, que te ahorra problemas y tratamientos futuros.
En Clínica Dental Araiza, recomendamos los selladores dentales como parte de una estrategia integral de salud bucal preventiva. ¡Pregúntanos si tú o tus hijos son candidatos para este escudo protector y denle a su sonrisa una defensa extra contra las caries!