Cuando un diente sufre daños significativos a causa de una caries extensa, una fractura o un gran desgaste, un simple empaste a menudo no es suficiente para restaurar su fuerza y funcionalidad. Es en estos casos donde las coronas dentales se convierten en la solución ideal. Una corona es una funda o “capuchón” que se coloca sobre la totalidad del diente, devolviéndole su forma, tamaño, fuerza y apariencia original.
¿Qué es una Corona Dental y Cuándo se Necesita?

Imagina una corona como un casco protector hecho a medida para tu diente. Se cementa permanentemente sobre el diente preparado, cubriendo toda su superficie visible por encima de la línea de la encía. Su propósito es múltiple:
- Restaurar un Diente Fracturado o Muy Desgastado: Cuando el daño es demasiado grande para un empaste.
- Proteger un Diente Débil: Especialmente después de un tratamiento de conducto (endodoncia), que puede hacer el diente más frágil.
- Cubrir un Diente con una Caries Extensa: Cuando ya no queda suficiente estructura dental sana para soportar un empaste.
- Sostener un Puente Dental: Las coronas se colocan sobre los dientes adyacentes al espacio vacío para anclar un puente.
- Cubrir un Implante Dental: Son la parte visible del diente que se coloca sobre un implante.
- Mejorar la Estética: Para corregir la forma, el tamaño o el color de dientes muy descoloridos o deformes.
Tipos de Materiales para Coronas Dentales
Gracias a los avances en odontología, hoy en día existen diversos materiales para las coronas, cada uno con sus propias ventajas:
- Coronas de Porcelana o Cerámica: Son las más populares por su capacidad de mimetizarse a la perfección con el color de tus dientes naturales, ofreciendo una estética excelente.
- Coronas de Zirconio: Muy resistentes y biocompatibles, también ofrecen una gran estética al ser de color blanco.
- Coronas de Metal-Porcelana: Tienen una base metálica recubierta de porcelana. Ofrecen resistencia y una buena apariencia, aunque a veces el metal puede ser visible en la línea de la encía.
- Coronas de Metal (oro, aleaciones): Muy duraderas y resistentes a la fractura, ideales para molares posteriores donde la estética no es la prioridad.
El Proceso de Colocación de una Corona

El proceso generalmente implica dos visitas:
- Primera Visita: El dentista examina y prepara el diente (reduciendo su tamaño para que la corona encaje), toma impresiones para crear la corona personalizada y coloca una corona temporal.
- Segunda Visita: Una vez que la corona permanente está lista, se prueba su ajuste y se cementa sobre el diente.
Con el cuidado adecuado, incluyendo una buena higiene bucal y visitas regulares al dentista, una corona dental puede durar muchos años, devolviéndote la confianza para masticar y sonreír.
Si tienes un diente dañado que necesita protección y restauración, las coronas dentales pueden ser la solución ideal. En Clínica Dental Araiza, evaluaremos tu caso para recomendarte el tipo de corona y el plan de tratamiento más adecuado para ti.
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